Una propuesta para que los venezolanos encontremos una vida en paz
1. Revisión del dialogo:
Frente a las calamidades que vivimos, es importante
hacer una revisión del diálogo, entendido como un discurso racional que debe
tener como finalidad alcanzar acuerdos que permitan consolidar la paz social
que tanto exigen los ciudadanos, por lo tanto, un llamado a dialogar implica activar un mecanismo de solución de la
crisis que atraviesa nuestra nación, y por es necesario se construya en una
dirección correcta.
La forma como los políticos han abordado el tema no
ha convencido a los ciudadanos, porque un diálogo constructivo y positivo jamás
puede estar acompañado con mensajes hostiles y con verbos violentos, que
agravan el clima de conflictividad, generando un rechazo de la población.
El filósofo Platón en su trabajo sobre el dialogo
consideró que el mismo comienza con la internalización de las partes en
conflicto sobre el origen de la crisis y las razones por las cuales llegamos a
este punto; por lo tanto me atrevo a señalar que el diálogo debe ser producto
de actos de sinceridad, sin generar ventajas para una u otra parte, toda vez
que esto impide que los actores políticos en conflicto decidan sentarse
positivamente.
2. Problema Venezuela:
Venezuela atraviesa un problema grave que mantiene
a los ciudadanos en una situación de calamidad en todos los ámbitos de vida, en
materias donde hace imposible la vida normal, tales como seguridad, salud,
alimentos, institucionalidad, gobernabilidad, corrupción, entre otros.
La situaciones descritas, se agrava con la división
que hoy tenemos como pueblo; ambas partes deben estar conscientes de esa
realidad, y solo manejando el diálogo como medio para la concertación, pueden
abrirse las puertas para provocar la paz y la convivencia, siendo urgente comenzar
con una manifestación de sincera voluntad de los actores políticos en conflicto,
donde no caben intermediarios que tengan intereses en el conflicto, porque así
nunca llegaremos a buen puerto.
Llegó el momento de poner la verdad por delante, y
todos los venezolanos tenemos que tener claro que “el dialogo” que se lleva a
cabo actualmente está montado sobre los derechos humanos, razón por la que
implica que se asuman tanto por los dialogantes como los personeros que
facilitan un entendimiento que debemos agotar todos los esfuerzos para que se
llegue a una solución de los problemas del país, ya que estamos a las puertas
de un “reventón” de un pueblo que grita en la calle “YA BASTA”.
La urgencia de cambiar la filosofía de vida:
Las soluciones se encuentran en la concordia de los
venezolanos frente a una sociedad que en la actualidad está anarquizada y con
graves enfrentamientos; consideramos que
es urgente transformar la sociedad en todos sus aspectos, no solo en lo
político, sino en lo social, jurídico, cultural, económico, en fin en toda
forma de expresión de la sociedad venezolana.
Hay que pensar en construir las bases de un país
sustentado en la honestidad y la humanidad, valores que han sido los más
golpeados en el alma del pueblo venezolano. Es relevante producir los cambios para recobrar la confianza y la
legitimidad de las personas que tienen a cargo los destinos del país.
3. Se puede resolver nuestro conflicto:
Muchos conflictos ocurridos en el mundo han sido
superados, incluso más graves que el nuestro, siendo imperativo que las
violaciones graves de derechos humanos y los delitos de lesa humanidad deben
ser resueltos por la justicia, ello para que no se produzcan acuerdos que sean
rechazados por la ciudadanía, que pide a gritos justicia y reivindicación de
los derechos violentados.
Hay que transitar por la liberación de los presos
de conciencia; cerrar los casos de inhabilitaciones políticas y sanciones administrativas
impuestas en franca violación de la Constitución. Tenemos que rescatar la
institucionalidad de Poder Judicial, la Defensoría del Pueblo, la Contraloría
General de la República, la Fiscalía General de la República, que se encuentra
en manos de personas afectas al gobierno, y por ende están deslegitimados y no
gozan confianza de la mayoría de la población. Se trata de lograr la paz sin dejar de un lado la justicia que reclama
el pueblo.
Se requiere sentar las bases de un país civilizado,
donde exista respeto a la Constitución y las leyes, solo de esa manera podemos
aprender a vivir como hermanos. Hay que darle oportunidad a las personas de
bien y preparadas para regir los destinos del país, sacando lo mejor que
tenemos los venezolanos, que históricamente hemos sido solidarios, sin
diferencias, sin discriminación y sin persecuciones, en fin se trata de rescatar
nuestra venezolanidad.
Situación actual del “dialogo”
4. Nos preguntamos si existe actualmente un dialogo positivo:
El manejo de la crisis venezolana ha sido
incorrecta, y se ha manejado el dialogo con aristas negativas de las partes en
conflicto; ello quizás porque no se ha dado la información debida de lo que
implica dialogar.
El Vaticano ha señalado que está haciendo un
“acompañamiento” a las partes en conflicto, lo que indica que se está construyendo
la posibilidad de un dialogo que produzca una mesa de negociaciones.
Por el lado de la oposición se han dado muestras de
buena voluntad, como la suspensión del juicio político al Presidente y la
marcha que estaba dirigida hacia Miraflores; por otro lado, el gobierno comenzó
con buen pié, cuando el Presidente acudió al Vaticano a solicitar la ayuda para
un acercamiento.
5. Circunstancia que obstaculizan la construcción de un dialogo:
Personeros del gobierno han realizado
manifestaciones públicas que producen mucha desconfianza. Esto demuestra que el presidente tiene enemigos internos.
Algunos no quieren dialogo porque saben que la
justicia nacional e internacional les va a tocar la puerta. Los que han
incurrido en delitos de peculado a la nación (corrupción) y violaciones graves
de derechos humanos, así como delitos de lesa humanidad son precisamente
algunos funcionarios del régimen los que han generado esta grave crisis.
En este sentido vale indicar que de no lograrse un
acuerdo para conformar una mesa de negociaciones, el gran perdedor será el
gobierno, y los ciudadanos serán los que sufran más calamidades de las que hoy
padecen. Recordemos que el gobierno es
quien tiene el peso de la crisis actual.
6. Tiempo y condiciones para construir una mesa de negociaciones:
Las calamidades que viven las personas son
insostenibles. El país ya no tiene
tiempo.
Las conversaciones con el acompañamiento de la
Iglesia Católica es una oportunidad que no puede desperdiciarse, porque existe
una crisis humanitaria de salud, alimentos, seguridad, entre otros que deben
abordarse inmediatamente. No pueden
diferirse los problemas.
Es urgente la liberación de los presos de
conciencia; ya el gobierno admitió que son presos políticos porque la libertad
concedida a algunas personas no ha sido por decisión judicial, sino por orden
del gobierno. Tiene que detenerse el sufrimiento
de los presos y su familia,
Los representantes del Vaticano tienen que visitar
y constatar por sí misma la existencia y las condiciones de los estudiantes,
políticos, funcionarios, quienes están en “La Tumba”, la cárcel de “Ramo Verde”
y los otros centros de reclusión. Esto
no puede esperar.
Las conversaciones tienen que producir el rescate
de los derechos políticos de los ciudadanos, como el derecho a decidir si
revocan o no el mandato del Presidente; elegir a los Gobernadores de estado. El gobierno tiene que aceptar el
revocatorio y la elección a gobernadores. Hay tiempo para agendar las salidas
electorales.
El TSJ le ha hecho mucho daño al país. Está
conformado por personas que no tienen la preparación ni la altura para tomar
las decisiones ajeno a una ideología política. Ni hablar de los rectores del
CNE que han cercenado el derecho electoral del pueblo. Mientras no se rescate la institucionalidad, la confianza en Venezuela
no existe.
7. Adonde se debe llegar:
Liberar los presos políticos; permitir la ayuda
humanitaria; sustituir los rectores del CNE y los magistrados del TSJ; establecer
un cronograma electoral, que devuelva el ejercicio del derecho a un revocatorio
y las elecciones a gobernador, se iniciaría una mesa de negociaciones que
permita la reconstrucción del país.
Es urgente la reconstrucción total del país e implantar un modelo que
permita bienestar
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